domingo, 26 de octubre de 2008

Me voy a dormir para al otro día ir al colegio y hacer lo mismo de siempre.
En el colegio solo había una chica que me caía RE bien, pero nunca me animaba a hablarle ya que yo era la marginada del colegio. Ese día me vino a hablar y a preguntarme como me llamaba, hablamos un montón y me dijo de salir el finde. Yo acepté muy contenta, y al fin llegó el día. Fuimos a caminar por Alvear con una amiga de ella, que también era del colegio pero nunca la había visto. También me cayó bien osea que la pasé genial, volví a mi casa re emocionada pero no se lo podía contar a nadie porque ¿ a quién más tenía, más que ellas (ahora mis amigas) y EL ?
Ahora por lo menos, las tenía a ellas dos, que me escuchaban siempre y estaban. Pasabamos los recreos las tres juntas, riendonos, llorando, jugando lo que sea.
Mi papá me dijo de ir a un psicólogo y no se da cuenta que la única forma en la que yo esté bien es que ellos me quieran.
Por ahora estoy decidida a dedicarme a hacer lo que más me gusta: cantar y escribir. Escribo porque nadie lo va a leer ni a criticar mis pensamientos y eso es lo que mejor me hace. Le tengo mucho miedo al fracaso (entre otras cosas).

miércoles, 22 de octubre de 2008

Llego al colegio, como todas las mañanas. Mis "amigas" me saludan, hablan como si fueramos amigas de toda la vida cuando hablan por atrás mío, me putean y lo peor es que me doy cuenta. Digo no, si puteas a alguien POR ATRÁS no se tiene que dar cuenta chicas. Paso el día con mis amigas falsas porque si no, vieron, me quedo sola y no da estar sola toda la tarde. Llego a casa, me peleo con mi mamá, me baño, computadora y a escribir se ha dicho; todos los días escribo " mi diario íntimo" en la compu, es una muy buena forma de descargarte sin que nadie te lo vea, pero siempre guardandolo en un pendrive cosa que si se me muere la compu, las tengo guardadas ahí; Para mí y solo para mí. Algunas veces leo tres o cuatro veces las cosas que escribo, algunas me siento orgullosa por ser quien soy y otras no puedo creer la mierda de persona en la que me convertí.
Trato de ver las personas que están en mi msn para hablar, y solo lo veo a él. El único que me entiende, me aconseja, me AMA. Siempre estoy agradecida por saber que él está, sea el día que sea la hora que sea, el mes que sea, el año que sea; está. Le hablo pero está en " no disponible ", seguro que se fue a jugar al futbol con los amigos (me sé todos sus horarios, ya que le presto demaciada atención.)
Lo único que me queda por hacer, es poner la música bien alto (aunque mi vieja me rete), canciones bien tristes; llorar, llorar, llorar y tratar de escribir algo para en algún futuro poder hacer mi propio libro y ser feliz.

martes, 21 de octubre de 2008

Había una vez una adolescente muy feliz, pero esta no es su historia. Mi vida no es presisamente feliz, debido a diferentes motivos que se van a ir enterando por medio de estas palabras.
Qué boba, no me presenté; Me llamo Lucía, Lucía Melendi. Tengo 14 años, nací el 5 de Septiembre de 1994 pero esos son detalles que no vienen al caso.
Mi familia, la peor de todas ; recriminan cosas que no son, me echan culpas de cosas que no hice. La idea en mi familia es " culpemos a Lucía " ya que no dice nada, pero no se dan cuenta el mal que me hacen. Vivo angustiada, muy mal, porque me quiero ir de esta casa donde nadie me quiere, porque no quiero llevar esta vida.
No quiero tenerle miedo a la soledad, no quiero tenerle miedo al abandono, ¡ no quiero tenerle miedo a nada ! Sin miedo a nada , como dice esa canción. Lo único que hago es escribir y escribir, dedicarme a mis sentimientos y a arreglarme como puedo.
Mis amigas, solo son amigas cuando quieren ser ya que nunca están cuando las necesito. Nunca están para escucharme, para aconsejarme como toda amiga haría. Necesito sus consejos, sus abrazos, sus salidas como A M I G A S . Esas salidas de los 12, no son las mismas que las de ahora; éstas son frías con cada tanto una risa, cada tanto. Antes nos reíamos todo el tiempo, salíamos y criticábamos a la gente (pero nos moríamos de risa).
Siento que escribiendo éste libro, vos y todas las personas que lo deben estar leyendo, tal vez sientan un poquito lo que es sufrir y tal vez quieran ser esas amigas que tanto me faltan. Reeplantearce la vida una vez, no está tan mal.